OPINIÓN

Símbolos y simulacros

Eduardo Caccia EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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CENTRAL PARK, Nueva York.- Es septiembre de 2013; un anciano vende cuadros de arte en un rudimentario puesto ambulante. La gente pasa, curiosea y sigue su camino. Pocos se detienen a observar los lienzos, aparentemente ordinarios, a un precio de 60 dólares. Nadie imaginaba que estaban frente a obras originales de Banksy, el artista callejero más enigmático y cotizado del mundo (quien intencionalmente orquestó el episodio). Solo unas cuantas piezas se vendieron en ocho horas. Aquellos que se animaron lo hicieron más por simpatía que por convencimiento. El verdadero valor de esas obras (cientos de miles de dólares) pasó desapercibido.