Sin investigación de por medio, a "ojo de buen cubero", el Tlatoani Tabasqueño sabe desde su percha de privilegios en Palacio Nacional a qué atribuirle las masacres en Guanajuato. Éstas que el mismo día segaron la vida de QUINCE PERSONAS: 11 en una posada, en Salvatierra, y cuatro más en una barbería de Salamanca, dos de ellas transeúntes que caminaban frente al lugar.