OPINIÓN

Sheinbaum

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón EN REFORMA

3 MIN 30 SEG

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"Estoy segura de que mi marido me es infiel". Tal confidencia le hizo doña Galora a Claretina, la joven y bien guarnida mucama de la casa. "¡Éjele, señito! -echó la cosa a broma la muchacha-. ¡Eso me lo dice usté nomás pa' darme celos!"... "Si te pierdes en el bosque, dispara varias veces tu arma. Alguien sabrá que estás perdido y acudirá a rescatarte". No podía ser de otra manera: Babalucas se perdió. Varios días tardaron los rescatistas en hallarlo. Cuando lo tuvo enfrente le reclamó el amigo: "¿Por qué no hiciste lo que te aconsejé?". "Lo hice -aseguró Babalucas-. Disparé todas las flechas que traía"... La señorita Himenia, célibe otoñal, invitó a merendar en su casa a don Ataulfo, maduro caballero sin compromisos familiares y que al don de su nombre añadía el din de su fortuna. Le ofreció un platito de piononos con una copita de vermú, y luego le propuso, traviesa, jugar a las escondidillas. "Cuente usted hasta 20 mientras me escondo -le dijo-. Si me encuentra tendrá derecho a darme un beso. Si no me encuentra, estoy detrás de las cortinas de la sala"... La carrera por la candidatura presidencial de Morena es de larga distancia, y Claudia Sheinbaum puede perderla por un Metro. Los accidentes habidos en ese medio de transporte colectivo han afectado su imagen grandemente. Si algún desastre llega a acontecer de proporciones aún más graves, eso podría arruinar en forma definitiva sus posibilidades de ser lo que parece ser ahora: la corcholata elegida por López Obrador para sucederlo en el cargo, siquiera sea aparentemente. En las redes sociales y entre los comentadores de los medios circula con insistencia la opinión de que por andar ya en plena campaña la señora está descuidando sus funciones, y que por eso el Metro se encuentra en un estado tal que es grande el riesgo de que los accidentes sigan sucediendo. Resbaladizo terreno es el de la política, ejercicio en el cual no es raro que del plato a la boca se caiga la sopa. Si doña Claudia no quiere ver frustradas sus aspiraciones hará bien en viajar un poco menos y aplicarse a su función un poco más. Un viejo político, y experimentado, solía decir que la mejor grilla es el trabajo. No dudo que haya tenido razón: quien eso decía era don Adolfo Ruiz Cortines... El joven aspirante a jefe de estación ferroviaria estaba siendo sometido a examen. Uno de los sinodales le planteó un problema: "Te enteras de que dos trenes vienen en dirección opuesta por la misma vía. ¿Qué haces?". Respondió el examinado: "Envío mensajes telegráficos a los conductores de los dos trenes para que los detengan". Opuso el sinodal: "Los hilos del telégrafo han sido rotos por una tempestad, y los telegramas no les llegan". Siguió el aspirante: "Llamo por teléfono a las estaciones por donde los trenes pasarán. Ahí los pueden detener". Dice el examinador. "Con la tormenta las comunicaciones telefónicas están interrumpidas". "En ese caso -sugirió el joven- mando cuadrillas con banderas rojas para que avisen a los maquinistas del peligro y los hagan frenar". Indicó el del examen: "La niebla hará imposible que los conductores vean las banderas". "Entonces -dice el muchacho- hago que venga mi hermano Clodoveo". El examinador se desconcierta: "¿Para qué haces venir a tu hermano Clodoveo?". Responde el aspirante: "Siempre me ha dicho que alguna vez le gustaría ver un choque de trenes"... En la oficina del productor de televisión, la joven y linda actricita terminó de vestirse, y comentó con cierta sorpresa: "No sabía yo que el procedimiento para entrar en una serie de televisión es exactamente el mismo que el que se usa en el cine para que te den un papel en una película"... FIN.