La decisión del Banco de México el jueves de la semana pasada de reducir la tasa de referencia en un cuarto de punto porcentual, a 8.0 por ciento, representa el primer recorte de la tasa de política monetaria en los últimos cinco años. No era ampliamente esperada por el mercado, aunque sí que el comunicado abriera la posibilidad de observar recortes en el futuro tras reconocer que la inflación está disminuyendo y de que hay signos que muestran que la economía se está desacelerando más de lo que se esperaba.