La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) encabezada por el general Luis Cresencio Sandoval había estado durmiendo con el enemigo por semanas antes de que se revelara la vulneración a sus sistemas y la sustracción de más de 4 millones de correos electrónicos y archivos adjuntos que incluyen información de todo tipo, tal como las agresiones sufridas por las Fuerzas Armadas, el ambiente hostil hacia víctimas de acoso sexual que pertenecen a la milicia, los regalos que el Secretario dio, mapas delincuenciales y las relativas a la salud del presidente Andrés Manuel López Obrador. Esa información en 6 terabytes puede ser la primera entrega de las Guacamayas, grupo que se atribuyó el ciberataque a México, Chile y otros países latinoamericanos.