OPINIÓN

Santo de cabeza

Eduardo Caccia EN REFORMA

3 MIN 30 SEG

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En México la superstición es parte del paisaje cotidiano. Desde clavar cuchillos en el jardín para ahuyentar la lluvia, hasta rezarle a una figura religiosa invertida para encontrar pareja, nuestras creencias populares están impregnadas de una mezcla de lo sagrado, lo mágico y lo mundano. Es un sincretismo que revela cómo la historia, la religión y la cultura se entrelazan en nuestras vidas. ¿Por qué seguimos recurriendo a estas prácticas en una era dominada por la ciencia y la tecnología? La respuesta se encuentra en lo más profundo de nuestra naturaleza: somos seres en busca de significados, queremos certezas en un mundo incierto.