¡AAAY, DIEGO!<BR><BR>En América creyeron ciegamente que el señor Diego Antonio Reyes Rosales estaba enamorado del club, como tantas veces lo dijo, y cayeron redonditos cuando el defensa se dejó querer sólo para acelerar su fichaje con Tigres.<BR><BR>A las Águilas me las dejaron gacho como novias...