¿Y mis refuerzos, Santa?

 

Dicen que el técnico de Cruz Azul, Enrique Meza, quedó desconcertado por la falta de más refuerzos en este mercado invernal, pues si bien llegó Omar Bravo para apuntalar la delantera, el "Ojitos" sabe que el trajín de disputar la Liga y la Copa Libertadores a partir de enero generará un desgaste importante en un equipo que sumó 4 bajas y sólo una alta.

Cierto es que ni el chileno Hugo Droguett, ni los volantes César Villaluz, Alejandro Castro y Allam Bello eran pilares de La Máquina, es más, ni siquiera eran titulares habituales, pero también es un hecho que para un club con 14 años de tristezas acumuladas y con el compromiso de volver a la Libertadores tras 9 años de ausencia, reforzarse de manera decente era algo que se antojaba harto más que necesario.

Por ello, cuando llegó el cierre de registros para el mercado nacional el miércoles pasado, Meza y su cuerpo técnico se quedaron esperando con los dedos cruzados una "sorpresa" o regalo de Navidad adelantado de Alberto Quintano, pero "nanay", el director deportivo no pudo dar buenas noticias y pasó inédito en su supuesta labor de hacer más fuerte al equipo, porque para colmo, hay que recordar que la negociación por Bravo la hizo directamente el presidente Guillermo Álvarez.

Ahora sólo espero que la directiva cementera tenga guardado un as bajo la manga para llenar la plaza de Droguett, porque si no, me canso que les van a hacer falta más de 12 uvas en el brindis del día 31 para solicitar los milagros necesarios para que Cruz Azul abandone el trecho de los perdedores en el que deambula desde hace ya un ratote...

 

san.cadilla@reforma.com