Vivíamos la tercera ola de Covid en México, la variante Delta llegaba a nuestro país y los adultos menores de 50 años no habían alcanzado a ser vacunados. Diabéticos, hipertensos y obesos, considerados personas de alto riesgo para enfermar gravemente por la infección viral no fueron considerados prioritarios para vacunarse. Eso provocó que en esa ola los internamientos hospitalarios y las muertes fueran en personas con estas comorbilidades pero que, por edad, tenían además la obligación de salir a trabajar, exponerse y poderse infectar sin estar protegidos.