OPINIÓN

Saber es ignorar

Juan Villoro EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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Hay artistas a los que no les basta dominar un oficio y practican otro con fervor de aficionados. El ejemplo más conocido es el de Jean Auguste Dominique Ingres, pintor romántico del siglo XIX que dedicó su tiempo libre al violín. Desde entonces, un pasatiempo artístico es conocido como "el violín de Ingres". En 1924, Man Ray fotografió la espalda desnuda de Kiki de Montparnasse -cuyo sinuoso contorno parecía trazado por un laudero- y le agregó las hendiduras de un instrumento de cuerdas. Con ironía surrealista, bautizó el retrato como El violín de Ingres.