A la par de la justa olímpica de 1968, se llevó a cabo una Olimpiada Cultural; la Ruta de la Amistad, concebida por el artista Mathias Goeritz sería parte de este proyecto.
La idea fue convocar a artistas de los cinco continentes para hermanar a los países a través del arte.
Desde hace tres décadas, Luis de la Torre emprendió el reto de defender y conservar la Ruta de la Amistad a través de un patronato que busca los recursos para darles mantenimiento constante.
Tras haber pasado por un proceso de mantenimiento, "Las Tres Gracias" recuperó las lustrosas capas de pintura morada y rosa que representan sus tres columnas: Alegría, Belleza y Fertilidad.
"Las Tres Gracias", del checo Miroslav Chlupac, se encuentra a la salida de la estación Perisur del Metrobús.
"Reloj Solar", del polaco Grzegorz Kowalski, evidencia la necesidad de protegerla de la humedad y volver a pintarla.
Recuperar el lustre de sus siete conos representa una inversión de 300 mil pesos, que el Patronato Ruta de la Amistad buscará reunir entre patrocinadores.
Una de las intervenciones más importantes en puerta es la de "Señales", escultura con la que Ángela Gurría representó a México en el proyecto de la Ruta de la Amistad.
"Señales" presenta una grieta que debe atenderse a la brevedad en una de sus dos piezas de 18 metros de altura.
La rehabilitación más compleja corresponde a la obra del estadounidense Todd Williams, ubicada en la Villa Olímpica.
Esta pieza no sólo es la que tiene mayor gama de colores, también es la que presenta más problemas estructurales desde su construcción.
El Patronato Ruta de la Amistad busca ahora recuperar el entorno original del Pedregal, una tarea que ha emprendido ya con piezas como "Hombre de Paz", escultura del italiano Constantino Nivola.
A través de una colaboración con la Embajada de Italia por la Región de Cerdeña, el espacio donde se encuentra ya muestra el paisaje volcánico plenamente recuperado. La empresa Pirelli la mantiene.