Alejado de querencias políticas, esto de la rifa del avión es, y debe ser, un sueño para cualquier mercadólogo o publicista. Por lo inusitado, controvertido y hasta simpático, colocar en el mercado mundial cuatro, cinco y hasta seis millones de "cachitos", a 25 dólares, con una elemental campaña publicitaria internacional, sería de fácil y rápida venta.