La semana pasada presenciamos un ejemplo del impacto del aumento del riesgo geopolítico en los mercados financieros. Tras la publicación de un artículo por parte de The Wall Street Journal que sugirió la posibilidad de un ataque de Irán a Israel en las próximas 48 horas, los inversionistas buscaron refugio principalmente en activos estadounidenses. Esto resultó en un fortalecimiento del dólar, mientras que otras monedas se depreciaron, las tasas de interés estadounidenses bajaron y las bolsas sufrieron pérdidas. Además, los precios de las materias primas, incluido el oro, experimentaron un aumento.