Reviven ecosistema en Cuatro Ciénegas
Diana Saavedra
Cd. de México (13 mayo 2014) .-14:03 hrs
El río no sólo alivió la presión por el líquido en una zona sobreexplotada, sino que permitió que se recargaran las pozas y se preservaran organismos únicos que surgieron hace 70 millones de años. Crédito: Cortesía Luis Eguiarte
En el Laboratorio de Biología Molecular, instalado en el CBTa, jóvenes realizan estudios del ADN de cada una de las bacterias que viven en las pozas. Crédito: Cortesía Luis Eguiarte
Justo cuando el valle de Cuatro Ciénegas en Coahuila estaba al borde de la muerte ambiental, un grupo de científicos logró revivir el río que es el corazón de este ecosistema.
El afluente no sólo alivió la presión por el líquido en una zona sobreexplotada, sino que permitió que se recargaran las pozas y se preservaran organismos únicos que surgieron hace 70 millones de años.
"Es la única 'máquina del tiempo' que tenemos al pasado y es el lugar más diverso del planeta que conocemos.
"Es un lugar privilegiado para entender los mecanismos de adaptación de las especies", señala Valeria Souza, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM y quien encabeza el proyecto.
A finales de 2013, los científicos lograron que Conagua clausurara las compuertas instaladas por familias de la zona, las cuales impedían que el agua de un manantial alimentara al río y éste a su vez a las pozas.
"Si llueve o no llueve no importa porque el agua que ves en las pozas es un agua de lluvia de hace 60 años. La recarga es con el agua profunda que sale del manantial y de ahí es donde tomaban estos hombres el agua", comentó la bióloga.
No todos están contentos. Productores que tenían 60 pozos ilegales vieron clausurados su fuente de agua y armaron protestas contra los científicos que al final fueron apoyados por la Conagua.
En cinco meses de recuperación del río, las pozas se han pintado de morado y dorado por la renovada actividad de las bacterias púrpuras de azufre y de las algas.
"No pasó nada (con las protestas). Estaba yo tan contenta por ver el milagro de la transmutación del agua de azul a morado, que me valía gorro que me gritaran '¡fuera Valeria!'".
En el rescate de la zona, los científicos han involucrado a estudiantes del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario del lugar.
Actualmente, los estudiantes tienen acceso a un laboratorio cuyo equipo fue financiado por la Fundación Slim y en el que se realiza identificación genética de las bacterias que viven en las pozas.
Ahora los alumnos saben que vista desde el espacio, Cuatro Ciénegas luce como una mariposa blanca vacía, pero que es el sitio más diverso del mundo.
Hoy, añade Souza, en la zona que se encuentra bajo una gran presión antropogénica, en particular por el reciente desarrollo de la agricultura para producir alfalfa en el valle y sitios vecinos, la gente empieza a cambiar su perspectiva del agua.
"Ahora, a los ejidatarios el agua les toca después de que se riega el humedal, no antes.
"No es que no les toque, pues sale a 80 kilómetros fuera del valle hacia frontera para dar servicio a dos familias", señala.
El equipo de Souza prepara un libro sobre la transformación de Cuatro Ciénegas .
"Tenemos testimonio de quienes hemos ido a Cuatro Ciénegas, de niños, artistas, queremos que el beneficio sea para los niños del CBTA y que sea un faro que ilumine el futuro de la comunidad, no tenemos duda de esto, pero hay que echarle lana al asunto", reconoció Souza.
Científicos salvaron una zona llamada 'máquina del tiempo' por tener organismos milenarios en el valle de Cuatro Ciénegas, en Coahuila, al rescatar un río que es el corazón de este ecosistema.
Hacia 2007, donde debería estar el canal del río sólo había pasto seco y oscuro. Ahora, el Garabatal vuelve a brillar mostrando como poco a poco lleva el agua hacia el valle de Cuatro Ciénegas.
La nueva afluencia de agua en el Garabatal ha llegado a cubrir árboles que habían crecido en la zona durante los 60 años que faltó agua.
Las comunidades de peces que sobrevivieron al periodo de sequía han comenzado a proliferar nuevamente ante la nueva disposición de agua y alimentos.
En las pozas de Cuatro Ciénegas viven estromatolitos formados por cianobacterias descendientes directas de las primeras formas de vida que surgieron hace 3 mil 500 millones de años.
Esta compuerta, hecha para sacar el agua del sitio y dirigirla al ejido de Cuatro Ciénegas así como a varias comunidades fuera del valle (80km al este), fue clausurada recientemente por la CONAGUA.
Con esta compuerta los encargados sacaban el agua del manantial principal sin permitir la recarga del humedal, por ello, al clausurarla renació el río.
Desde hace algunos años, los jóvenes del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario apoyan a los investigadores de la UNAM a rescatar las pozas de Cuatro Ciénegas.
En el Laboratorio de Biología Molecular, instalado en el CBTa, los jóvenes realizan estudios del ADN de cada una de las bacterias que viven en las pozas.
Los microorganismos que habitan Cuatro Ciénegas forman parte de un sistema de colaboración altamente eficiente que no permite la presencia de extraños y mantienen en equilibrio las pozas.
El análisis de las bacterias ha permitido ya identificar genes capaces de hacer más resistentes las plantas a sequías, además de que serían útiles para el desarrollo de fármacos.
El agua que nuevamente circula en el río permitirá, adicionalmente, recargar los mantos acuíferos de una zona donde el agua es sumamente escasa.