Rejuvenecen cueva rockera
Erika P. Bucio
Cd. de México (18 diciembre 2014) .-00:00 hrs
La Escuela de Música del Rock a la Palabra entra en obras.
Con recursos del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE), otorgados este año por primera vez a recintos culturales del DF, la escuela de música dispondrá de aproximadamente 450 mil pesos, de los cuales 220 mil son aportados por la Secretaría de Cultura capitalina, para aliviar un problema de goteras y dar acondicionamiento acústico a su foro.
La escuela, fundada en 2006 con las ideas del rockero Guillermo Briseño, ocupa un edificio de dos plantas en Avenida de la Paz 26.
Una prioridad de los trabajos será la impermeabilización del edificio.
"Lo de las goteras es vital", dice Briseño, director de la escuela.
Los trabajos implicarán además el acondicionamiento acústico de su foro y la colocación de varales para la iluminación. Además, el actual escenario de madera será sustituido por una estructura metálica.
"Es un foro donde solemos hacer nuestros conciertos de ensambles. Es un foro chico pero que requiere de un acondicionamiento acústico, y lo van a tener", asegura el compositor y cantante.
En los salones, se reparará el aire acondicionado y se revisará el estado de las puertas.
El arreglo de los baños, que despiden malos olores, deberá esperar hasta 2015, cuando otra vez se soliciten recursos del PAICE, porque implica una obra mayor, aclara Ricardo Fuentes, director académico del Centro Cultural Ollin Yoliztli, de cuya estructura depende la escuela.
Para el inicio de los trabajos se esperó el fin de clases, el pasado 11 de diciembre, cuando se llevó a cabo el concierto de evaluación.
Las actividades se reanudarán en enero.
El Secretario de Cultura del DF, Eduardo Vázquez Martín, cuya oficina se encuentra a unos pasos de esta escuela, anunció en el evento que su dependencia adquirió equipo para uso de los alumnos del Rock a la Palabra, así como de otros colegios en espacios públicos.
Se trata de una estructura de ground support de 21 metros por 14 metros, que funciona como escenario, además de seis plantas de luz de emergencia, un sistema de iluminación de trabajo de leds,152 micrófonos incluidos pedestales y cables, 20 sistemas lineales de audio, seis consolas mezcladoras y ocho ecualizadores.
Según Briseño, cada año se presentan unos 600 aspirantes. En la pasada convocatoria lograron ingresar 62 para cursar cualquiera de sus especialidades de guitarra, voz, bajo, batería, piano, armónica y composición.