En un mismo año, 2019, Barcelona y Colombia, ciudad y país de probadas vocaciones digitales, sorprendieron al mundo por la decisión de expulsar a Uber de su territorio. En Barcelona, "la obligación de esperar 15 minutos para viajar favorece a los taxis locales y es totalmente incompatible con la inmediatez de los servicios bajo demanda", señaló la empresa y anunció después su salida de ese territorio. En Colombia, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) le dio la razón a una empresa proveedora de taxis en la demanda contra Uber, por competencia desleal. Un juez decidió que Uber incurría en una ventaja competitiva. Las autoridades exigieron algo insólito, que los operadores telefónicos "suspendan la transmisión, el alojamiento de datos, el acceso a las redes de telecomunicaciones o la prestación de cualquier otro servicio equivalente". Lo expulsaron de Internet.