Recupera México bajorrelieve monumental
Mónica Delgado
París, Francia (24 septiembre 2015) .-10:30 hrs
México va a recuperar una pieza mayor del arte olmeca, desaparecida a finales de los años 60 en Chiapas.
El llamado grabado rupestre olmeca de Xoc, una estela de piedra de alrededor de 2 metros de alto, fue recientemente identificado en Francia y hoy será restituido a México en una ceremonia que se celebrará en el Instituto de México de París.
"Es una pieza muy importante a la que se hace referencia en todas las obras y estudios sobre el arte olmeca", dijo a REFORMA Jacques Blazy, experto en arte prehispánico.
Blazy explicó que además del estetismo del grabado que muestra a un guerrero en proceso de transformarse en un felino, la importancia de la pieza reside en lo que aporta de información sobre la presencia olmeca en esa parte del territorio mexicano.
"Es una pieza que prueba una presencia olmeca perenne en una zona que después fue territorio maya", destacó.
El experto comentó que la mayoría de los estudiosos la fechan entre 1150 y 900 antes de Cristo.
Explicó que fue grabada sobre la roca en la selva chiapaneca y seccionada a todo lo largo por los saqueadores que después la cortaron en cuatro pedazos para poder transportarla.
"Se hizo un verdadero daño al patrimonio mexicano", afirmó Blazy.
"Desde hace 35 años que ejerzo (como experto en exposiciones y ventas de arte prehispánico) es la primera vez que me encuentro con un objeto desaparecido de tal valía", agregó.
Aunque la obra no tiene valor comercial, Jean-Claude Binoche estimó que si tuviera curso en el mercado podría llegar a valer entre 4 y 5 millones de euros.
Binoche y Blazy explicaron a REFORMA la manera en la que identificaron esta pieza cuando una familia que reside en Francia los contactó a principios de año con el objetivo de poner en venta el patrimonio que acababan de heredar.
Aunque la familia desea mantener el anonimato, los expertos precisaron que la obra llegó a Francia desde hace décadas.
"Sólo puedo decir que la pieza formaba parte de esa herencia y que la familia no sabía lo que tenía en mano. Pero cuando nos la mostraron de inmediato les indicamos que era algo que no se podía vender. Es un objeto muy singular y único, conocido por todos los especialistas ", comentó Blazy.
"Aunque esta pieza se encuentra en Francia desde hace casi 50 años, moralmente sería indefendible subastar una pieza así. Desde el punto de vista jurídico es otra cosa", estimó Binoche.
"Este objeto se encuentra en Francia desde hace tanto tiempo que hoy para salir del territorio francés necesitará una autorización de las autoridades francesas, cosa que con seguridad no habrá problema para obtener", agregó.
Binoche explicó que la obra no estaba ni expuesta ni cuidada.
"Se encontraba en un sótano, cortada en cuatro pedazos y estaba muy sucia. La sacamos de ahí y la dimos a un especialista en Francia que la limpió", dijo.
Binoche señaló que el grabado fue descubierto por primera vez en Chiapas en 1920, y en 1960 fue objeto de un estudio realizado por Susanna Ekholm-Miller que publicó un libro referencia titulado El grabado rupestre Olmeca de Xoc, Chiapas.
"Ese libro centró la atención en ese grabado rupestre que seguramente despertó el apetito de coleccionistas o de vándalos que vieron la oportunidad de sacar dinero. En todo caso, poco tiempo después se constató su desaparición. Desde entonces, no se había tenido noticia hasta ahora", destacó Binoche.
El martillero público indicó que el trabajo de Blazy también consiste en vigilar que todos los objetos de arte se pongan en venta en forma legal, con un pedigree que los acredite, y en señalar aquellos objetos que no cumplan con la legalidad.
"Esta situación nos permite marcar la diferencia entre esos objetos que se pueden y es normal vender legalmente en el mercado y los que no se pueden vender", opinó.
Para certificar el origen de la pieza, Blazy y Binoche sometieron la estela olmeca al análisis del arqueólogo francés, Dominique Michelet, reconocido estudioso de arte prehispánico que la autentificó.
Blazy y Binoche señalaron que una vez confirmada la autenticidad de este grabado se pusieron en contacto con la Embajada de México en Francia y hablaron con el Embajador de México, Agustín García López, quien decidió organizar una ceremonia para la restitución de la obra.