CULTURA
Reconocen su devoción a los libros
Alejandro Alvarado
Guadalajara, México (01 diciembre 2015) .-18:41 hrs
Tres escenas podrían explicar ese amor que tiene al libro don Fernando Serrano Migallón, quien recibió hoy el reconocimiento como bibliófilo FIL 2015.
Cuando tenía 14 años, Serrano Migallón enfermó de fiebre reumática que lo mantuvo por meses en casa. Entonces Emilio Salgari se convirtió en su autor de cabecera y que lo llevó a soñar la aventura de El Corsario Negro y Los Piratas de Malasia.
La esposa de Don Fernando, como le dicen sus amigos, está convencida de que morirá aplastada por la gran cantidad de volúmenes que conforman su biblioteca y que en la actualidad suman más de 30 mil libros.
Serrano Migallón, hijo de exiliados españoles, el único hermano que nació en México y que conoció su patria a través de la lectura, cree, afirma, sostiene, que el libro debe ser garante de cultura y que el estado, la escuela y la familia debe promover la lectura.
Las escenas fueron descritas por el académico de la UdeG, Sergio López Ruelas, quien abrió el homenaje al Bibliófilo de la FIL 2015.
"'Por sus libros lo conoceréis', debo decir que la biblioteca de Fernando lo pinta de cuerpo entero: es grandísima pero no indiscriminada, se ha armado con esmero y paciencia a lo largo de los años; es incluyente, no se concreta a una sola disciplina sino que se abre al universo del conocimiento", expresó Malena Mijares, editora de la revista Este País.
También es una biblioteca cordial, no impone su erudición en la distancia, al revés, es invitante y generosa, ordenada, pero no protocolaria, seria y cálida a un tiempo, como Fernando, continuó Mijares.
"Soy un fiel seguidor de los libros, desde luego soy un bibliófilo, persona que ama los libros, pero también y al mismo tiempo soy un 'bibliómano', no como quien tiene la pasión de tener muchos libros, sino quien una vez en posesión de uno de ellos no puede deshacerse de él", confesó Don Fernando.
"Me siento orgulloso de la afición a la lectura, al libro, a su creación y su conservación, por eso aunque haya muchos otros que tengan más derecho y más merecimientos que yo para obtener este reconocimiento, no me siento al recibirlo un usurpador".
Cuando tenía 14 años, Serrano Migallón enfermó de fiebre reumática que lo mantuvo por meses en casa. Entonces Emilio Salgari se convirtió en su autor de cabecera y que lo llevó a soñar la aventura de El Corsario Negro y Los Piratas de Malasia.
La esposa de Don Fernando, como le dicen sus amigos, está convencida de que morirá aplastada por la gran cantidad de volúmenes que conforman su biblioteca y que en la actualidad suman más de 30 mil libros.
Serrano Migallón, hijo de exiliados españoles, el único hermano que nació en México y que conoció su patria a través de la lectura, cree, afirma, sostiene, que el libro debe ser garante de cultura y que el estado, la escuela y la familia debe promover la lectura.
Las escenas fueron descritas por el académico de la UdeG, Sergio López Ruelas, quien abrió el homenaje al Bibliófilo de la FIL 2015.
"'Por sus libros lo conoceréis', debo decir que la biblioteca de Fernando lo pinta de cuerpo entero: es grandísima pero no indiscriminada, se ha armado con esmero y paciencia a lo largo de los años; es incluyente, no se concreta a una sola disciplina sino que se abre al universo del conocimiento", expresó Malena Mijares, editora de la revista Este País.
También es una biblioteca cordial, no impone su erudición en la distancia, al revés, es invitante y generosa, ordenada, pero no protocolaria, seria y cálida a un tiempo, como Fernando, continuó Mijares.
"Soy un fiel seguidor de los libros, desde luego soy un bibliófilo, persona que ama los libros, pero también y al mismo tiempo soy un 'bibliómano', no como quien tiene la pasión de tener muchos libros, sino quien una vez en posesión de uno de ellos no puede deshacerse de él", confesó Don Fernando.
"Me siento orgulloso de la afición a la lectura, al libro, a su creación y su conservación, por eso aunque haya muchos otros que tengan más derecho y más merecimientos que yo para obtener este reconocimiento, no me siento al recibirlo un usurpador".
