Recomiendan rehabilitación ante bullying
Notimex
Cd. de México (28 abril 2015) .-18:37 hrs
En casos de bullying, donde las agresiones son constantes, es necesario implementar un plan de reeducación y rehabilitación de cada actor implicado en el acoso escolar, recomienda Pedro Pablo Carmona Sánchez.
El investigador de la UNAM, quien realizó el estudio Acoso Escolar "Bullying", Diagnóstico Médico-Legal, señala que este plan es con el objetivo de combatir y erradicar el problema y así evitar en un futuro cercano el incremento de la delincuencia y la criminalidad.
"Es necesario una corresponsabilidad entre Estado, familia, institutos escolares, sean públicos o privados, así como la sociedad en general, en la detección oportuna de niños y adolescentes que han sufrido acoso escolar, así como aquellos que lo generan.
"Es decir, (la atención debe darse) desde el momento que ingresan por primera vez a la escuela en cuestión", dijo.
El estudio, que se realizó en cinco escuelas del Distrito Federal y otras cinco del Estado de México, revela que las agresiones continuas pueden ocasionar una dependencia entre el maltratador y la víctima.
La investigación establece que en los casos de acoso existen tres actores: agresor, víctima y espectador, que además contribuyen a que esa conducta permanezca.
Carmona Sánchez asegura que agresor y víctima terminan necesitándose, pues quien es agredido siente que solo no es nadie, y el
maltratador que es alguien a través de la dominación que ejerce.
La situación de dependencia es tal, dice, que el agredido termina disculpando al acosador.
Carmona Sánchez explica que los agresores establecen las reglas del juego y en el caso de las víctimas pueden ser activas o pasivas.
VÍCTIMA ACTIVA
Suelen ser fuertes, firmes y seguras de sí mismas. Tienden a provocar o molestar hasta que son víctimas de represalias.
En general, este tipo de víctima se defiende, pero con poca eficacia, valor o fuerza, asimismo pueden tener alguna discapacidad intelectual o en habilidades sociales o escolares, y se distinguen por ser personas extrovertidas y brillantes académicamente.
VÍCTIMA PASIVA
Es el tipo más común en el acoso escolar o bullying. Son personas tranquilas que rechazan el uso de la violencia y la imposición, muestran timidez e introversión y, en general, no se meten con nadie.
Es común que este tipo de víctimas sean personas sensibles que lloran con facilidad, tienen pocos o ningún amigo y se ven débiles físicamente, lo que los convierte en presas fáciles para cualquier compañero que trate de imponer su ley.
Los espectadores son los propios compañeros del acosador y de la víctima, los profesores, directivos y sociedad en general cuando fungen como público en el llamado cyberbullying, detalla el experto.
Los familiares o criadores, tanto de los agresores como de las víctimas, se convierten en observadores pasivos, ya que por desconocimiento de los hechos también son partícipes, añadió.
Los principales síntomas clínicos en las víctimas pueden ser desde dolores de espalda, articulaciones y cabeza, insomnio, irritabilidad, tristeza, ánimo deprimido y ganas de llorar sin motivo aparente, hasta ansiedad y angustia.
Las pupilas se dilatan, se produce una movilización de los ácidos grasos e incremento de lípidos en la sangre, aumenta la coagulación y se incrementa el rendimiento cardíaco con hipertensión arterial, entre otros efectos.
"Los acosadores se identifican fácil porque toman decisiones sin consultar a los otros, utilizan el argumento de su lógica y su razón para imponer ideas, y en ocasiones gritan sin control para conseguir obediencia", señaló el especialista.
Además, manipulan a través de las emociones para generar dudas en el otro sobre sí mismo; descalifican y desprestigian; intentan generar lástima mediante su comportamiento; se arrepienten y, luego de la agresión, intentan justificarse.