LeBron James renunció ayer oficialmente a su último año de contrato con
los Lakers, que le iba a redituar 51.4 millones de dólares, y puso sobre la mesa una posible rebaja de salario con tal de que la quinteta angelina amarre a un basquetbolista de alto calibre como
Klay Thompson, James Harden o Jona Valanciunas.