Que pena, Ana, que pena
David Faitelson EN REFORMA
3 MIN 30 SEG
Verla correr con esa amplia zancada por la pista era la inspiración propia del deportista mexicano, de sus anhelos, obstáculos, sueños, resiliencia y también triunfo. Ella era la prueba fehaciente de que, con un esfuerzo individual, con trabajo arduo, disciplina y una mentalidad a prueba de todo, se podía alcanzar la gloria. Mi pregunta es: ¿Cuándo Ana Gabriela Guevara dejó de enarbolar la bandera del deporte y la del deportista mexicano para cambiarla por la de la política, la lucha de poderes y los intereses? ¿Cuándo, cómo y por qué te perdimos, Ana? ¿Cuándo te olvidaste de lo que fuiste?