OPINIÓN

¡Qué momento!

Heriberto Murrieta EN REFORMA

3 MIN 00 SEG

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Tom Lasorda salió disparado de la caseta de los Dodgers y con su feliz trote de pingüino llegó hasta el centro del diamante para apapachar paternalmente a Fernando Valenzuela, que había ganado a los Yanquis el tercer juego de la Serie Mundial. Era el viernes 23 de octubre de 1981. Contaba Fernando con 20 años de edad. ¡Qué momento! Conmoción en las tribunas del Dodger Stadium y conmoción en los hogares mexicanos donde millones de televidentes seguían emocionados la hazaña del formidable zurdo, narrada con vehemencia por Jorge "Sonny" Alarcón.