Densificar para enfrentar la subutilización de la infraestructura urbana tiene sentido si no se altera el carácter urbano y ambiental, así como la calidad de vida. Sería un atentado para la Ciudad y ciudadanos que, en el afán de densificar del Programa General de Ordenamiento Territorial (PGOT), se intentara convertir zonas verdes -pulmones de la Ciudad- en habitacionales, cuando al concentrar la población se estarían necesitando más áreas verdes. Preocupa, en consecuencia, la propuesta del PGOT de redefinir usos de suelos: urbano, de conservación y rural, con miras a urbanizar el suelo de conservación, precisamente -como ejemplo- en el momento en que se tenía listo el decreto de declaración de Área de Valor Ambiental (AVA) de la Barranca de Tecamachalco, cuya publicación ha sido detenida.