Pura nervadura

El MUAC ofrece en estos días una extraordinaria muestra de los viajes creativos de Jan Hendrix. Desde sus primeros registros de México, a mediados de los años 70, hasta sus piezas más recientes. Seguimos en los espléndidos salones del museo las huellas de un observador solitario y los trayectos que ha emprendido en compañía de poetas, novelistas, editores, científicos. Postales de viaje; boletos de tren; las polaroids de una libreta de apuntes; sus bitácoras de encuentros azarosos con hierbas, palos, piedras, plumas; el abanico de paisajes descubiertos, los trofeos de un coleccionista, muchos mosaicos de hallazgos al paso. Tiene razón Issa M. Benítez cuando encuentra en la obra de este holandés errante, un "enorme diario de viajes," un "gran mapa fragmentado que acumula sus recorridos geográficos y vitales."