El resultado de la elección fue sorpresivo para muchos, dentro y fuera de Morena. La inmensa mayoría de las predicciones de todos los interesados (clase política, empresarios, analistas, medios de comunicación, etc.) era el triunfo de Sheinbaum, pero con una mayoría legislativa más acotada para aprobar leyes (mayoría absoluta) y no reformas a la Constitución (mayoría calificada).