Basta que un policía nos detenga y nos siembre un arma...
Empezaré con el caso que mejor conozco. El 9 de diciembre de 2005, Televisa y TV Azteca transmitieron, supuestamente en vivo, la captura de Israel Vallarta y Florence Cassez, acusados de haber secuestrado a tres personas. Meses más tarde, la investigación de Yuli García, del equipo de Denise Maerker, terminaría por demostrar que todas esas horas en pantalla fueron un montaje orquestado por la Policía en complicidad con los medios. Pero ahora quiero detenerme en un punto específico: el momento en el que, tanto los reporteros sobre el terreno como los agentes de la Policía, muestran ante las cámaras, con orgullo, el arsenal de armas empleadas por los peligrosos criminales: todas ellas, por seguro, de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
(México, 1968). Es autor de la novelas En busca de Klingsor, El fin de la locura, No será la Tierra, El jardín devastado, Oscuro bosque oscuro y La tejedora de sombras. Y de ensayos como Mentiras contagiosas, El insomnio de Bolívar y Leer la mente. En 2009 obtuvo el Premio José Donoso de Chile por el conjunto de su obra. Sus libros han sido traducidos a 25 idiomas. En 2014 se publicará su novela Memorial del engaño.