OPINIÓN

Primer lugar

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón EN REFORMA

3 MIN 30 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Grande fue la sorpresa del recién casado cuando al llegar a su departamento vio a su mujer en brazos de un hombre alto, rubio y vestido con ropas clericales. Sin esperar a que su esposo hablara le recordó ella: "Acuérdate, Polibio: antes de casarnos te dije que tenía un pastor alemán". Otro marido halló a su consorte en la compañía más que estrecha de un robusto individuo que lucía una faldita a cuadros. Le dijo la señora a su boquiabierto cónyuge: "Cuando tú tomabas ron o vodka yo siempre te decía que de vez en cuando me gustaba un escocés". La falda que los escoceses portan se llama kilt, y es de saberse que conforme a la tradición original debajo de ella no llevan ninguna otra prenda. Unas traviesas chicas que en la mañana iban por el campo vieron a un escocés que dormía profundamente bajo un árbol el sueño motivado por sus excesos etílicos de la noche anterior. Le levantaron la faldita, y por broma le ataron en la consabida parte un listón azul. Cuando despertó el highlander se vio ahí aquello y le dijo a la citada parte: "No sé qué harías anoche, linda, pero me enorgullece saber que sacaste el primer lugar"... La abuela exhortaba a su nieta a que aprendiera a cocinar. Le indicó: "El camino al corazón de un hombre pasa por su estómago". Replicó la chica: "Ahora pasa un poco más abajo, abuela". (Nota. El camino al corazón de una mujer pasa por la gentileza, la ternura, la delicadeza, la amabilidad, los detalles cariñosos, la buena educación, la cultura y el refinamiento)... Un tipo abordó a una hermosa dama y le dijo sin más: "Es usted muy bella. Me gustaría que posara desnuda para mí". Ella se amoscó: "No soy modelo". "Nada importa -replicó el sujeto-. Yo tampoco soy pintor". (Una artista hizo un retrato al desnudo de su esposo. Le puso por título "Naturaleza muerta")... La paciente le contó a su psiquiatra: "Cuando un hombre me pide sexo se me erizan los cabellos; me invaden sentimientos de ansiedad y pánico; siento náuseas, mareos, vértigos, espasmos, estremecimientos, convulsiones, repeluznos y vahídos". "Extraños síntomas -declaró el analista-. ¿Le sucede eso con todos los hombres?". "No -repuso ella-. Nada más con mi marido"... El novio de Glafira fue a pedir la mano de la joven a don Poseidón, el padre de la muchacha. Le dijo: "Quiero casarme". Inquirió el severo genitor, preocupado por saber dónde viviría su hija: "¿Tiene usted dónde meterla?". "No, señor -contestó el solicitante-. Precisamente por eso quiero casarme". (Un individuo tenía demasiada actividad sexual, por lo que se veía exhausto y agotado. Un médico le aconsejó: "Debe usted renunciar al sexo". Adujo el sujeto: "No podría dejarlo de golpe". Le sugirió el facultativo: "Cásese, así lo irá dejando poco a poco")... Conocemos a Jactancio. Es presuntuoso, narcisista, ególatra, pagado de sí mismo, vanidoso. Le informó a una chica a quien acababa de conocer: "Te haré el amor, y luego comeremos pizza". Ella lo rechazó, indignada por su atrevimiento. Le dijo llanamente: "No". Jactancio se asombró: "¿No te gusta la pizza?"... Voluntaria seminis effusio absque concubitu. Emisión voluntaria del semen sin haber concúbito. Así definían los eclesiásticos latinos lo que en lenguaje llano es conocido como masturbación. Un señor amonestó a su hijo adolescente en la habitación del chico: "Si abusas de esa práctica te quedarás ciego". Agitó los brazos el muchacho y le dijo a su padre: "Acá estoy, papá". Pepito, que recibió esa misma advertencia de ceguera, le comentó a su amigo Juanilito: "Pos será, pero yo le voy a seguir hasta que necesite lentes"... FIN.