Después de los reiterados fracasos a lo largo de una década de la extinta Comisión Federal de Competencia Económica para determinar a Telmex como un agente económico con poder sustancial en el mercado (dominante) y lograr que la Comisión Federal de Telecomunicaciones pudiera imponerle medidas asimétricas para prevenir la realización de prácticas que desplazaran indebidamente a sus competidores, se creó la figura de la preponderancia en un artículo transitorio del decreto de reforma constitucional en telecomunicaciones de 2013.