La decisión del Gobierno de Estados Unidos (el Procurador Merrick Garland) de acusar a "Los Chapitos" de fabricar y traficar fentanilo hacia y en ese país coloca en un tremendo aprieto al Gobierno mexicano, pero en especial al Presidente López, quien adoptó una actitud de desentendimiento desde que nuestros vecinos iniciaron la discusión del tema del tráfico de fentanilo hacia su país.