El primer problema, crucial, de arranque y concepción con el que inició el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) que viene a sustituir al Seguro Popular de golpe es que su director, Juan Antonio Ferrer Aguilar, designado directamente por el Presidente López Obrador, carece de la más mínima experiencia o conocimientos en tema de salud, bienestar o medicina.