La tecnología satelital permite comprender por qué México es una nación de alta actividad sísmica. Sólo en lo que va de 2014, se han registrado más de seis sismos de más de 5 grados Richter.
Esto es porque nuestro País colinda con 5 placas tectónicas, que son bloques de roca. La zona más activa es donde la placa de Cocos mete debajo de la de Norteamérica en un proceso llamado subducción.
Guerrero es una de las entidades sísmicas más activas, pues está al límite de dos placas. De aquí surgieron los sismos de Ángel (1957) de 7.5 grados Richter y el de Petatlán (1979), de 7.6 grados.
En la Brecha de Guerrero, entre Acapulco y Zihuatanejo, desde 1911 no se registra un movimiento de importancia, es decir, tiene 103 años sin registrar actividad relevante.
Aún cuando los recientes sismos se han ubicado en esta Brecha , especialistas consideran que el principal movimiento sísmico se ubicaría cerca de Acapulco, por lo que no descartan nuevos temblores.