OPINIÓN

Por qué lo maté (II)

LA OTRA HISTORIA DE MÉXICO / Catón EN REFORMA

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
"... De manera que, no encontraba yo otro remedio en eso. -Como digo, tuve la conversación con la Madre Conchita, sin que ella me lo haya dicho; ella directamente a mí. De eso no tengo ninguna prueba con que asegurarlo, pero yo hablo con toda franqueza; fue una conversación trivial, como consta en las declaraciones. Yo le hablé sobre la muerte del aviador Carranza, y le decía que cómo ese rayo no lo había dedicado Dios a Calles o a Obregón, en caso dado de que fuera un castigo, pero la contestación que me dio fue esta: 'Dios sabrá lo que hace', pero con cierta seriedad, aunque sin dirigirse a mí, y sin saber el efecto que causaría en mí y sin saber que yo fuera capaz de lo que hice, porque estaba yo dedicado a mis actividades religiosas y espirituales únicamente, y nunca le había externado a ella mis deseos de sacrificarme, de ser mártir, sí; pero de hacer una acción para la que se requiriera un valor extraordinario, nunca. -De manera que ni siquiera me tenía ella confianza, y precisamente por eso, me dijo esas palabras, como decía al señor Procurador.