Por el bien de México...
DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón EN REFORMA
En la habitación 210 del popular Motel Kamawa ella le preguntó a él en tono apasionado: "¿Seguirás haciéndome el amor igual después de que nos casemos?". "Supongo que sí -respondió él-. Siempre he sentido una atracción especial por las mujeres casadas"... Los mejores tiempos de aquel cantante habían pasado ya. Como últimamente no le caían contratos -el último le llegó en 2014- se ofreció a cantar pro bono -o sea de gratis- en un asilo para ancianos. Se sorprendió al observar que su llegada no despertó ningún entusiasmo entre los asilados. Se dirigió a una viejecita y le preguntó: "¿No sabe usted quién soy?". "No -le contestó la anciana-. Pero si se te olvidó pregunta en la administración. Ahí tienen todos los registros"... A eso de las 11 de la noche doña Panoplia de Altopedo, dama de buena sociedad, llamó por teléfono a su veterinario. "¡Doctor! -le dijo con angustia-. ¡Mi perrito y mi perrita estaban haciendo sus cositas y se quedaron pegados! ¿Cómo puedo separarlos?". Le aconsejó el facultativo: "Llámelos por teléfono". "¿Por teléfono? -se desconcertó doña Panoplia-. Y eso ¿funcionará?". Replicó el veterinario, áspero: "Conmigo acaba de funcionar"... En el momento en que escribo estos renglones son las 5:10 de la mañana de ayer martes. El mundo -mi mundo- está en silencio; la casa aún no despierta. Usualmente empiezo a escribir mis artículos un poco más tarde, a las 6, las 6 y media cuando me retraso, pero hoy debo apresurarme porque a las 9 llevaré al carpintero a que arregle unas tejas que se desprendieron del techo de mi cabaña campesina, y si llueve tendremos goteras. Insignificancia es ésa, ciertamente, pero de insignificancias está hecha la vida. Digo todo esto para significar que cuando escribí mi columna no se sabía aún el resultado de la elección en Estados Unidos. Nadie lo conocía a esa hora de ayer, ni Trump ni Biden. Nadie. Espero de todo corazón que haya ganado el demócrata. Eso dejaría colgados de la brocha a todos los populistas del mundo, especialmente al que los mexicanos tenemos más cerca. Desde el pasado siglo el populismo ha causado graves daños a muchos países. La mentira siempre daña, y el engaño es el cimiento de los populistas. Si pierde Trump, esa forma de hacer política se debilitará en el mundo, y sobre todo en México, pues el odioso magnate norteamericano ha tenido en AMLO a su más atento y seguro servidor. Por el contrario, si Trump es declarado ganador, los populistas se verán fortalecidos. Crecerá su absolutismo, se acentuará el ejercicio omnímodo de su poder. Por el bien de México ojalá el triunfo haya sido para Biden. Eso sería un golpe para el populismo. Y, en nuestro caso, también para López Obrador... Impericio no tenía experiencia alguna en materia de colchón. Casó con Reguileta, que en esa carrera tenía maestría y estaba optando por el doctorado. En la suite nupcial empezaron las acciones relativas a la consumación del matrimonio. Como hablando consigo misma dijo Reguileta: "¡Carajo! ¡Si esto fuera la tele yo ya habría cambiado de canal!"... Eran dos pequeños pueblos, Mecatillo de Arriba y Mecatillo de Abajo, distantes entre sí un par de kilómetros. Mecatillo de Arriba carecía de todo entretenimiento nocturno, pero en Mecatillo de Abajo vivía una muchacha amiga de hacer favores llamada Sabanilia. Un sábado en la noche se toparon en la calle dos amigos que vivían en Mecatillo de Abajo. Le preguntó uno al otro: "¿A dónde vas?". Respondió el otro: "A Mecatillo de Arriba. Quiero pasar un rato con Sabanilia". El amigo se extrañó: "Sabanilia vive aquí, en Mecatillo de Abajo". "Sí -replicó el otro-. Pero la cola empieza en Mecatillo de Arriba"... FIN.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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