Pone WWE el ejemplo
El Rompehuesos EN REFORMA
MIN SEG
El pasado fin de semana se realizó Wrestlemania 36, uno de los pocos eventos que hemos visto en estos tiempos de pandemia.
El evento resultó mucho mejor de lo que me esperaba, hubo, como en cada edición, luchas sobresalientes, buenas y regulares, pero lograr eso sin el impulso de la afición en una función que está diseñada para que la vean en vivo al menos 50 mil asistentes es impresionante.
Llevar la batalla del Undertaker a contra AJ Styles a un set cinematográfico fue excepcional, estoy seguro que el desenvolvimiento de los participantes fue mucho mejor que si lo hubieran realizado en el ring y con fanáticos. Fue algo muy adecuado para el momento actual del Taker, quien nos demostró que sigue siendo un grande.
El duelo entre Brock Lesnar y Drew McIntyre fue bueno, y luego de su triunfo, el europeo debe aprovechar el impulso para convertirse en el rudo de moda de la WWE, aunque es un sitio con gran competencia mientras Seth Rollins siga en ese bando.
El choque entre Edge y Randy Orton fue sensacional, se dieron hasta para llevar y nos remontaron a los inicios de siglo, cuando dominaban la escena.
Las batallas de mujeres fueron espectaculares, la división femenil de la empresa de los McMahon deja en claro no solo su gran presente, sino que desde NXT vienen chicas de gran calidad que pueden fortalecer a las ex Divas, quien hoy más que nunca son de las mejores gladiadoras del mundo.
El negrito en el arroz fue la lucha de John Cena y Bray Wyatt, realmente no la entendí, tampoco me gustó la de Goldberg vs. Braun Strowman, pero en esa por lo menos hubo emociones.
Pero el mensaje más importante de esta Wrestlemania es que aún en los momentos más complicados la lucha libre puede rescatarnos del marasmo y la aburrición.
WWE tomó una decisión muy controvertida al hacer un evento "en vivo", fue grabado en estos días, las condiciones técnicas y el tamaño del Performance Center no permitía grabar Wrestlemania en vivo, pero tomaron todas las previsiones y los resultados en audiencia y el efecto en redes sociales fueron excelentes.
La empresa norteamericana concentró a sus luchadores 15 días antes en Orlando, les aplicó la prueba del Covid-19 y se aseguró que solo participaran quienes estuvieran libres de este virus.
Por dos semanas limitó el contacto de los gladiadores con gente externa a la función, es decir, tomaron todas las precauciones posibles.
El domingo se realizó una función en nuestro País, en Coacalco, que fue transmitida en YouTube y la gente donaba lo que quisiera para poder verla; los luchadores nunca estuvieron aislados, cada quien llegó por sus medios al local, las precauciones se limitaron a que fuera a puerta cerrada y a que nadie tuviera temperatura, se las medían antes de subir al ring.
Es decir, cualquiera podía estar infectado pero no presentar síntomas, y contagiar a sus compañeros.
Creo que empresas como la Triple A y el CMLL sí pueden elegir a un grupo de sus luchadores, aplicarles la prueba del Covid-19, negociar con televisoras, que les paguen la función, y llevar entretenimiento a los hogares mexicanos a través de la televisión abierta, seguro habría anunciantes para que fuera rentable.
Ahí se las dejo.