César Huerta renunció a toda comodidad en busca del sueño europeo, ese que construye con el Anderlecht de Bélgica. Crédito: Tomada de X
Era tal la confianza que ya tenía César Huerta en el futbol mexicano que en las gradas del Olímpico Universitario decenas de fans de los Pumas portaban chinos postizos como señal de idolatría.