El Presidente se está comportando exacta y precisamente como los presidentes de los setenta, con la sola excepción del déficit fiscal
La paradoja del poder es vieja y conocida: mientras más poder se tiene, menos se cuida su uso y, por lo tanto, mayor el riesgo de que se abuse. La economía mexicana creció durante algunas décadas en el siglo pasado gracias a que el gobierno era garante de la estabilidad política y mantuvo, por casi dos décadas, una estrategia económica saludable y adecuada a las circunstancias de México y del mundo en aquel momento. Cuando, en los setenta, el gobierno abandonó esos principios -estabilidad política y certidumbre económica- la economía se desplomó. El contraste entre esos dos momentos explica la naturaleza del problema que hoy enfrenta el país y por qué el camino por el que ha optado el presidente no será más benigno que entonces, cuando también se intentó, implícitamente, un "cambio de régimen".
Presidente de México Evalúa-CIDAC, institución independiente de investigación. Fue presidente de la asociación de estudiosos de riesgo político y miembro de la CDHDF. Recibió el Premio Dag Hammarksjold (93) y el Nacional de Periodismo (98). Entre sus libros están Un mundo de oportunidades y El Dilema de México: los orígenes políticos de la crisis económica. Es doctor en ciencia política y tiene especialización en administración financiera.