CIENCIA
Pide Pérez Tamayo más científicos
Alejandra Pedroza
Guadalajara, México (02 diciembre 2014) .-18:33 hrs
El Himno Nacional debería cambiar y pedir: "un científico en cada hijo te dio".
Lo necesita el País para dejar de depender de las naciones que generan conocimiento y lo venden, expresó el científico Ruy Pérez Tamayo en la charla "Mil jóvenes con...".
Y es que México está en el subdesarrollo de la ciencia, tal cual lo mencionan los números: 0.6 científicos por cada 10 mil habitantes, contra 3 en Chile y 46 en Japón.
A Pérez Tamayo, la ciencia lo atrapó y una de las razones por las que decidió entregar 71 de sus 90 años de vida a esta labor es, precisamente, para no envejecer, porque cada hipótesis comprobada es una satisfacción que rejuvenece.
"El que está trabajando en la generación de conocimiento no envejece, se mantienen en la juventud eterna", expresó el patólogo.
Además, relató que escogió este camino para usar bien el cerebro, porque, dijo, para pensar se requiere explotar a ese órgano.
"Entre diputados y futbolistas parecen no necesitar al cerebro. El que mejor lo usa, mejor piensa", añadió.
La ciencia le ha dado también el encanto de no tener horario de trabajo; el asunto de la investigación es pensar y para eso no hay horas, el problema analizado no se puede abandonar, es lo que mantiene vivo, recordó el también miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
Lo necesita el País para dejar de depender de las naciones que generan conocimiento y lo venden, expresó el científico Ruy Pérez Tamayo en la charla "Mil jóvenes con...".
Y es que México está en el subdesarrollo de la ciencia, tal cual lo mencionan los números: 0.6 científicos por cada 10 mil habitantes, contra 3 en Chile y 46 en Japón.
A Pérez Tamayo, la ciencia lo atrapó y una de las razones por las que decidió entregar 71 de sus 90 años de vida a esta labor es, precisamente, para no envejecer, porque cada hipótesis comprobada es una satisfacción que rejuvenece.
"El que está trabajando en la generación de conocimiento no envejece, se mantienen en la juventud eterna", expresó el patólogo.
Además, relató que escogió este camino para usar bien el cerebro, porque, dijo, para pensar se requiere explotar a ese órgano.
"Entre diputados y futbolistas parecen no necesitar al cerebro. El que mejor lo usa, mejor piensa", añadió.
La ciencia le ha dado también el encanto de no tener horario de trabajo; el asunto de la investigación es pensar y para eso no hay horas, el problema analizado no se puede abandonar, es lo que mantiene vivo, recordó el también miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
