OPINIÓN
Roberto Gómez Junco EN REFORMA
MIN SEG
Un futbol de mayor altura. Jugadores más profesionales en toda la extensión del término, más conscientes del privilegio que ostentan y de las obligaciones que ese privilegio conlleva.
Directores técnicos menos improvisados y más capaces, menos chambistas y más respetuosos del juego, a los que les importe mucho ganar pero nunca deje de importarles cómo.
Dirigentes mejor preparados y menos avorazados, dispuestos a sacrificar el beneficio económico del corto plazo en aras del bienestar futbolístico de plazo largo, que además redunde, a final de cuentas, en el mejor negocio posible.
Menos seguidores fanatizados y más aficionados conocedores y capaces de disfrutar del buen futbol aunque a veces no sea su equipo el que lo ofrezca.
Mejor trabajo en las Fuerzas Básicas, con gente capaz, visionaria y plenamente empeñada en formar futbolistas de primera línea, en el entendido de que se lleva años, y no meses, forjar a los potenciales Messis.
Si no se puede un Barcelona en cada país, aunque sea más equipos que en distintos lares, de acuerdo a sus alcances y toda proporción guardada, le tiren a lo mismo.
Dentro del futbol, pero sobre todo afuera, más gente honesta, comprometida, preparada, preocupada por desempeñar lo mejor posible el rol que le corresponda, como requisito primordial para ir regenerando los tejidos de nuestra lastimada sociedad.
Mejor educación, más lectores, más Fuentes, Villoros y Pachecos que cotidianamente nos recuerden a lo poco que podemos y debemos aspirar a partir de la ignorancia.
Un futbol mejor jugado y más transparente en su manejo, pero sobre todo un mejor País, más seguro, más limpio, más justo.
Y usted, estimado lector... ¿más o menos qué le pediría a Santaclós, siempre y cuando no fuera mucho pedir?
gomezjunco@reforma.com
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