Si quiebran las empresas, sus dueños deben asumir la responsabilidad y no habrá rescates, dice el Presidente López Obrador. Pero el caso de Petróleos Mexicanos (Pemex) será diferente. Sí tendrá que haber pronto -lo sabe la Secretaría de Hacienda- un rescate financiero por parte del Gobierno federal, aunque el Presidente no lo quiera reconocer como tal. Pemex es perfectamente insolvente y sus dueños -127 millones de mexicanos- tendremos que asumir el costo.