Menos consumo, menos inversión, falta de capacidad de almacenamiento. Por esas razones, se desplomará la producción petrolera de Pemex en las próximas semanas. La demanda del petróleo y sus derivados está cayendo a casi la mitad en México y en el mundo. Pemex, como otras petroleras, no ha querido cerrar operaciones y recortar gastos, pero la saturación de los mercados y los petroprecios en mínimos históricos persistirán y obligarán a hacerlo.