OPINIÓN

Pelicot y el consentimiento

LINOTIPIA / Peniley Ramírez EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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A mediados del juicio, Gisèle Pelicot decidió quitarse los lentes. Durante semanas, la mujer había entrado al juzgado en Avignon, Francia, usando unas gafas de sol oscuras. No dejaban ver si había tristeza, vergüenza o temor en sus ojos. En el juzgado se revivía cómo, durante más de 10 años, el esposo de Pelicot la drogó e invitó a más de 50 hombres a violarla, mientras ella dormía.