Paraíso de la 4T
Guadalupe Loaeza EN REFORMA
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Qué tristeza le hubiera dado a don Julio Scherer García, fundador de la revista Proceso y el periodista mexicano más honesto de que se tenga memoria, enterarse que su hijo, quien hasta hace muy poco tiempo fungía como consejero jurídico del presidente López Obrador, ahora aparece como "único propietario de una firma radicada en las Islas Vírgenes Británicas con activos valorados de dos millones de dólares procedentes de su trabajo como abogado privado. La compañía era propietaria de una empresa en EEUU poseedora de un lujoso departamento en exclusiva zona de Miami" (El País). Dicho departamento de la avenida Collins nunca apareció en las declaraciones patrimoniales del exconsejero. Era de esperarse que el Presidente minimizara la investigación periodística del ICIJ (Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación) y más de 600 periodistas de 117 países que analizaron durante dos años 11.9 millones de documentos entre los cuales aparecen tres mil 47 mexicanos, y políticos vinculados con la 4T, como Jorge Arganis, secretario de Comunicaciones y Transportes, así como el legislador Morenista Armando Guadiana, sin olvidar a Julia Abdala pareja del director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). "No es novedad", dijo AMLO con su sonrisita socarrona que tiene últimamente, "esto sucede desde hace muchos años". En seguida se refirió a Scherer: "Ya Julio no trabaja en el gobierno y él tendrá que aclarar, y en el caso de Guadiana, es legislador, y la esposa del licenciado Bartlett, ella es empresaria y tiene sus recursos, y no es el licenciado Bartlett, aunque al licenciado Bartlett no lo ven con buenos ojos los que defienden ahora la reforma política".
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores