En los círculos progresistas mexicanos no hay consenso más arraigado que el de la necesidad de una reforma fiscal. Que el Estado mexicano recauda poco (comparado con otros países de la región o de ingreso per cápita más o menos similar) y enfrenta severas presiones presupuestales es no solo un tema ampliamente discutido, también es un diagnóstico que se ha vuelto prenda de identidad para cierta izquierda de perfil, digamos, un poco más técnico. Hay discrepancias respecto a cuáles serían los mecanismos más eficientes o las fórmulas más equitativas, al papel que podrían jugar los distintos niveles de gobierno, incluso a cuál sería la economía política de la reforma. Pero, en general, se trata de una idea ya muy trabajada, bien conocida, que ha pasado a formar parte del sentido común progresista.
Carlos Bravo Regidor (Ciudad de México, 1977). Estudió Relaciones Internacionales en El Colegio de México e Historia en la Universidad de Chicago. Es profesor-investigador asociado en el Programa de Periodismo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).