Pacheco, periodista esencial
Lourdes Zambrano
Cd. de México (01 julio 2015) .-00:00 hrs
José Emilio Pacheco se rigió por leyes contrarias al periodismo. Aún así, su columna Inventario se volvió esencial para el oficio.
La tercera mesa del ciclo "La memoria encendida", dedicado por El Colegio Nacional al escritor, en el marco de lo que hubiera sido su cumpleaños 76, exploró su faceta en la no ficción.
En la columna Inventario lo mismo aparecían diálogos imaginarios entre poetas, como Alfonso Reyes, así como fábulas o alusiones a la literatura griega y de autores que parecían alejados de la vida cotidiana de México, pero que en la pluma de Pacheco se hacían relevantes.
Jesús Silva-Herzog Márquez citó algunas frases que encontró en las columnas que aparecían firmadas como JEP, primero en Excélsior y luego en la revista Proceso, como aquella que escribió cuando Salman Rushdie fue condenado a muerte a finales de los 70 por el extremismo islámico.
"Dense cuenta que el Ayatola Jomeini tiene la misma edad que Fidel Velázquez".
Pacheco, identificado sobre todo como poeta, fue un sólo género literario escrito bajo el acrónimo de JEP, señaló Antonio Saborit, historiador, investigador y actual director del Museo Nacional de Antropología.
"Inventario funcionó como una brújula y un signo de identidad".
Su pasión por la historia, específicamente por la del siglo 19, que compartía con Saborit, lo hicieron regresar una y otra vez a sus ejemplos, sus personajes y combates.
De ahí que Saborit señalara que es dudoso que exista un buen escritor que no sepa de historia y antropología.
Herzog-Márquez destacó el hecho de que Pacheco, fallecido hace el año pasado, siempre hiciera ver a la literatura como algo pertinente, en cualquier circunstancia y época.
Como Malraux, vio en el arte nuestra única posibilidad de exorcizar la nada y la muerte, añadió el analista político.
"Recorrer los cientos y cientos de páginas es contemplar una de las creaciones culturales más imponentes de nuestra era.
"Adentrarse es adentrarse en una casa impecable, habitable por su trazo y su vitalidad, por la variedad de sus espacios, un sitio para la nostalgia y para el juego, una recámara de placeres y tristezas, un comedor para la conversación y el chisme, la risa", dijo.
Christopher Domínguez Michael, crítico e historiador literario, recordó que fue después de leer una de las entregas de Pacheco, en la que creaba una conversación imaginaria entre los eternos antagonistas, Alfonso Reyes y José Vasconcelos, que decidió su profesión.
La noche de este miércoles será la última de las conversaciones en torno a Pacheco, y formarán parte de ellas Enrique Krauze, Gabriel Zaid, Juan Villoro, Teodoro González de León, Vicente Rojo y Octavio Novaro Peñalosa.