Los cines han tenido múltiples obituarios a lo largo de su existencia. Se pensó que las personas dejarían de asistir a ellos cuando millones de hogares se hicieran de una televisión, cuando surgieron las videocaseteras y franquicias de alquiler de películas y, más recientemente, con el surgimiento de plataformas productoras de contenido como Amazon, Netflix o Disney+.