AMLO tiene razón en que el progreso ha sido sumamente desigual al no beneficiar a la totalidad de la población
Miedos, intereses, inercias y una gran miopía impidieron que el país llevara a cabo una transformación integral en las pasadas cuatro décadas. Se emprendieron reformas de diversa índole, algunas más profundas que otras, pero siempre de manera parcial; siempre hubo limitaciones y poderosos intereses que sesgaron los procesos de reforma en aras de preservar cotos de caza, negocios particulares y oportunidades de corrupción. Aun así, hubo muchas reformas exitosas en el ámbito económico, pero se dejó prácticamente intacto al sistema político, lo que dejó un sinnúmero de espacios en los que interactuaban -más bien chocaban- los procesos de reforma económica con las realidades del poder y de los políticos.
Presidente de México Evalúa-CIDAC, institución independiente de investigación. Fue presidente de la asociación de estudiosos de riesgo político y miembro de la CDHDF. Recibió el Premio Dag Hammarksjold (93) y el Nacional de Periodismo (98). Entre sus libros están Un mundo de oportunidades y El Dilema de México: los orígenes políticos de la crisis económica. Es doctor en ciencia política y tiene especialización en administración financiera.