Sigo esperando a un entrenador que tenga vergüenza por lo que le sucede al club y por lo que le sucede a él mismo. Nadie es capaz de afrontar esa realidad y decir: "No puedo más. Me hago a un lado por el beneficio de todos..." Lo hacen por una cuestión de orgullo y hasta por un tema de dinero. Orgullo y dinero que se conjuntan para atentar contra la grandeza de un club y la sensibilidad del aficionado.