Diputados de oposición decidieron dormir en sus oficinas la noche previa a la votación de la reforma eléctrica. No una sino dos veces, pues la fecha se pospuso. Lo hicieron por temor a que las movilizaciones masivas de apoyo convocadas por Morena les impidieran entrar al recinto legislativo el mero día. El hecho se reportó ampliamente en la prensa, pero como si se tratara de un dato curioso o hasta divertido: consignando si llevaban sleeping bags, colchones inflables o hasta muñecos de peluche; reporteando si hacía calor y el aire acondicionado no funcionaba, si el ruido de los manifestantes les impedía conciliar el sueño, si se pusieron a cantar o se acostaron muy tarde; en fin, como si fueran más las estampas de una pijamada que los pormenores de un asedio contra el Poder Legislativo.
Carlos Bravo Regidor (Ciudad de México, 1977). Estudió Relaciones Internacionales en El Colegio de México e Historia en la Universidad de Chicago. Es profesor-investigador asociado en el Programa de Periodismo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).