Olvido y esperanza
Eduardo Caccia EN REFORMA
4 MIN 00 SEG
Octogenaria, mi abuela materna escribió un inquietante manuscrito (lo encontré hace unos días en un cajón de mi mamá): "Mi teléfono 2-84-74-07 Piano, lampara, dólar, memoria, colcha, medicinas, jardín, coche, sábanas, zapatos, pulsera, anillos, sillón, recámara sillas, sala, comedor, vaño, cosina, cuchillo, cuchara, tenedor, colonia Roma, fui a Guadalajara. Me fui a Acapulco con Angelina Morelia donde nací Iglecia Coca Cola Mi esposo y yo fuimos a Europa y Japón..." (sic). Se trata de una triste revelación que evidenciaba, en el lejano 1986, un proceso neurodegenerativo que aquejaba a su autora. Una anomalía prácticamente desconocida entonces.
Nací arqueólogo sin saberlo. Una cueva remota y oscura confirmó mi vocación: lo mío sería desenterrar significados. Veo cosas y escribo y escarbo. Leo para darme cuenta lo poco que sé de todo. Fundador de Mindcode, ayudo a innovar y entender la conducta del consumidor. Hago preguntas para encontrar respuestas y después tengo más preguntas. Lo mío es caminar en la cueva, encontrar la luz y volver adentro. Al final espero un epitafio corto: Signifiqué.