Oler para creer
Eduardo Caccia EN REFORMA
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El sentido de la vista define mucho de la condición humana. Nuestro lenguaje está lleno de metáforas que aluden a la acción de ver. Una invitación a cambiar de opinión implica "ver las cosas de otra manera". Para explicar la forma en que alguien "ve el mundo", hay una palabra: cosmovisión. Si evaluamos una petición, decimos "déjame ver". Hay quienes "ven la tempestad y no se hincan". Algunas personas necesitan fotos de los platillos en una carta para "ver qué se les antoja". Cuando uno llega al doctor y es momento de una revisión (sí "re-visión") se escucha un "vamos a ver". En el mundo del marketing, la joya de la corona es un "insight". No hay duda, dependemos mucho de nuestros ojos. Quizá excesivamente, aunque para los incrédulos no hay como "ver para creer", y para quien quiere enfatizar que es un testigo confiable un "lo vi con mis propios ojos" equivale a un juramento, de ahí que en inglés se dice "eyewitness", o sea "testigo ocular".
Nací arqueólogo sin saberlo. Una cueva remota y oscura confirmó mi vocación: lo mío sería desenterrar significados. Veo cosas y escribo y escarbo. Leo para darme cuenta lo poco que sé de todo. Fundador de Mindcode, ayudo a innovar y entender la conducta del consumidor. Hago preguntas para encontrar respuestas y después tengo más preguntas. Lo mío es caminar en la cueva, encontrar la luz y volver adentro. Al final espero un epitafio corto: Signifiqué.